Después de toda la investigación ya tenía una idea de que tipo de plástico quería usar, y de qué tipo de técnica iba a utilizar para obtener los mejores resultados posibles en el margen de tiempo estipulado. Algunas opciones como impresión en 3D eran muy complicadas para la cantidad de tiempo que tenía, y otras tales como el calentamiento por radiación infrarroja necesitaban de máquinas a las cuales no tenía acceso. Es por esta razón que decidí hacerlo con un horno, pues es mas rápido, no necesitaba máquinas difíciles de conseguir y podía obtener un buen resultado.
A la hora de crear mi producto, una matera, utilicé pepitas de plástico reciclado que ya habían pasado por un proceso de selección y limpieza. Para darles la forma de una matera utilice un molde de silicona, y luego puse este en un horno a cuatrocientos grados Fahrenheit durante cincuenta minutos aproximadamente. Después de dejarlo enfriar se saca el plástico del molde. El resultado final es una matera de un material cien por ciento reciclado.